jueves, 21 de junio de 2012


Introducción

Este curso tiene como finalidad que las futuras educadoras comprendan que las interacciones
espontáneas y las relaciones que el niño establece con los objetos del medio
físico y social desde las etapas tempranas de su desenvolvimiento constituyen la base
del conocimiento lógico matemático.
El trabajo con los niños pequeños requiere que la maestra reconozca y valore la actividad
intensa y la curiosidad propia de los niños, como medios para explorar el mundo
físico y para percibir y reconocer en los objetos del entorno las características y propiedades
que les dan significado en la vida cotidiana.
El proceso natural en el que surgen las nociones matemáticas iniciales demanda, sin
embargo, la estimulación de capacidades básicas como la observación, la manipulación y
la reflexión en situaciones que coloquen a los niños frente a desafíos interesantes que
provoquen la búsqueda de soluciones apoyadas en los conocimientos que poseen. Enfrentar
retos y descubrir logros son, además de actividades que agradan a los niños,
actitudes que los caracterizan y que el maestro puede aprovechar para propiciar nuevos
aprendizajes y para infundirles confianza y seguridad.
En este curso, el conocimiento de las distintas formas en que se manifiestan las nociones
matemáticas incipientes se articula con el análisis y el diseño de estrategias de intervención
educativa que favorecen –en situaciones diversas– el uso de las habilidades adquiridas
por los niños para contar y comparar objetos, identificar formas, tamaños y ubicación
–entre otras– y para expresar, mediante el lenguaje, las nociones que han elaborado.
Para lograr los propósitos del curso son necesarios el estudio y la reflexión sobre
las características de las actividades en las que los niños ponen en juego el pensamiento
matemático. Así, las futuras educadoras tendrán presente que las nociones prenuméricas
y las de ubicación espacial o de medición se ven favorecidas cuando los niños manipulan,
comparan, observan y, sobre todo, expresan sus ideas y éstas son tomadas en cuenta
para saber cómo interpretan y perciben el mundo y cómo se ven a sí mismos como parte
de él. Sabrán, por ejemplo, que resulta innecesario apresurar el aprendizaje de conceptos
formales o de formas de representación convencional que se traducen en la transcripción
de símbolos, cuando no se comprenden los significados de esos conceptos.
Las estudiantes tendrán los elementos necesarios para distinguir las actividades y
situaciones que favorecen en los niños la adquisición de nociones de aquellas que se
limitan a la manipulación de objetos sin una intención definida. De esta manera, comprenderán
que en la educación preescolar las actividades en el ámbito matemático no
tienen una intención exclusivamente propedéutica en relación con lo que aprenderán

No hay comentarios:

Publicar un comentario